[ESPAÑOL ABAJO]

What is a Communist Revolution?

A Communist revolution is a worldwide working-class revolution based on the principle of fighting directly for a classless egalitarian communist world where everyone contributes to humanity, and everyone’s needs are met. 

Even after successful communist revolutions, vestiges of capitalism and class society will still exist in liberated zones. For instance, there will still be some segregated living conditions. Racist, sexist, nationalist, and antisocial behaviors will still remain widespread during the initial years after the end of capitalism. International capitalists and imperialists will use as much force as possible to attack liberated zones and try to bring back capitalism. Despite these fascist reactionary attacks, communist revolutionary masses will be able to defeat the last capitalist and eventually eliminate all these capitalist ideas and practices only if the masses are persistent enough.

Throughout history, the working-class masses have waged successful proletarian revolutions against the exploitative ruling class. For instance, the Haitian Revolution, the Paris Commune, the Bolshevik Revolution, the Chinese Revolution, and the Chinese Cultural Revolution were all crucial milestones. However, the proletarian revolutions were NOT communist revolutions, because they did not establish communism. Instead, they established socialism and the “dictatorship of the proletariat,” which are forms of state capitalism. 

Communist revolutions and proletarian revolutions are not the same thing. 

In a proletarian revolution, the working class overthrows the capitalist class and takes state power, hence the dictatorship of the proletariat. The dictatorship of the proletariat then establishes socialism and viciously suppresses the old bourgeoisie. Socialism keeps money and the wage system, and the top leaders of the dictatorship of the proletariat gradually become new bourgeois exploiters themselves, reversing the working-class victory. The new bourgeois rulers are called revisionists.

In a communist revolution, on the other hand, the workers of the world, led by a mass communist revolutionary party, overthrow the entire capitalist system. Unlike proletarian revolutions, communist revolutions will immediately abolish money, the wage system, and private property. The working class will cease to be the proletariat and become free workers. The communist masses in liberated zones will then begin implementing communism immediately and export the revolution to other regions and countries, and eventually the whole world. The communist revolutions will continue until the last capitalist is defeated, and all nations, borders, classes, and capitalist practices are wiped out.

To make successful communist revolutions, the working class needs a mass revolutionary communist organization dedicated to fighting directly for communism without turning revisionist (pro capitalist). This mass communist organization should seek to unite urban workers, rural workers (farmworkers), soldiers, sailors, and left-leaning sections of the petty bourgeoisie as one class. 

Most so-called “communist” parties today have sold out to the capitalists, and their leaders have become revisionists and reformists. Currently, the only revolutionary communist party in the world is the International Communist Workers Party (ICWP). It, too, risks becoming revisionist unless communist revolutionaries wage long-term communist struggles against capitalist practices and ideas within the communist movement.

Communist revolution must be the work of millions to billions of communist leaders, not just one single leader. For this reason, communist revolutionary leaders should put the interests of the international working class above all else. 

As history has shown, capitalists will not hesitate to attack communist workers with all the armed might they can muster. We will require a mass communist Red Army based on the principle of mobilizing the masses for communism. Military strategy and tactics will flow from this guiding principle. This armed force will not be separate from the working class, physically or ideologically. Only a disciplined mass communist party can organize such an armed force. 

Workers of the World, Unite for Communism! 

[TRADUCCIÓN PROVISIONAL]

¿Qué es una revolución comunista?

Una revolución comunista es una revolución mundial de la clase trabajadora basada en el principio de luchar directamente por un mundo comunista igualitario sin clases, donde todos contribuyan a la humanidad y se satisfagan las necesidades de todos. 

Incluso después de revoluciones comunistas exitosas, los vestigios del capitalismo y la sociedad de clases seguirán existiendo en las zonas liberadas. Por ejemplo, seguirá habiendo algunas condiciones de vida segregadas. Los comportamientos racistas, sexistas, nacionalistas y antisociales seguirán estando muy extendidos durante los primeros años tras el fin del capitalismo. Los capitalistas e imperialistas internacionales utilizarán toda la fuerza posible para atacar las zonas liberadas e intentar recuperar el capitalismo. A pesar de estos ataques reaccionarios fascistas, las masas revolucionarias comunistas podrán derrotar al último capitalista y, finalmente, eliminar todas estas ideas y prácticas capitalistas solo si las masas son lo suficientemente persistentes.

A lo largo de la historia, las masas de la clase trabajadora han llevado a cabo exitosas revoluciones proletarias contra la clase dominante explotadora. Por ejemplo, la Revolución Haitiana, la Comuna de París, la Revolución Bolchevique, la Revolución China y la Revolución Cultural China fueron hitos cruciales. Sin embargo, las revoluciones proletarias NO fueron revoluciones comunistas, porque no establecieron el comunismo. En su lugar, establecieron el socialismo y la «dictadura del proletariado», que son formas de capitalismo de estado. 

Las revoluciones comunistas y las revoluciones proletarias no son lo mismo.

En una revolución proletaria, la clase trabajadora derroca a la clase capitalista y toma el poder del Estado, de ahí la dictadura del proletariado. La dictadura del proletariado establece entonces el socialismo y reprime brutalmente a la vieja burguesía. El socialismo mantiene el dinero y el sistema salarial, y los principales líderes de la dictadura del proletariado se convierten gradualmente en nuevos explotadores burgueses, revirtiendo la victoria de la clase trabajadora. Los nuevos gobernantes burgueses se llaman revisionistas.

En una revolución comunista, por otro lado, los trabajadores del mundo, liderados por un partido revolucionario comunista de masas, derrocan todo el sistema capitalista. A diferencia de las revoluciones proletarias, las revoluciones comunistas abolirán inmediatamente el dinero, el sistema salarial y la propiedad privada. La clase trabajadora dejará de ser el proletariado y se convertirá en trabajadores libres. Las masas comunistas en las zonas liberadas comenzarán entonces a implementar el comunismo de inmediato y exportarán la revolución a otras regiones y países, y finalmente a todo el mundo. Las revoluciones comunistas continuarán hasta que el último capitalista sea derrotado y todas las naciones, fronteras, clases y prácticas capitalistas sean eliminadas.

Para que las revoluciones comunistas tengan éxito, la clase trabajadora necesita una organización comunista revolucionaria de masas dedicada a luchar directamente por el comunismo sin volverse revisionista (procapitalista). Esta organización comunista de masas debe tratar de unir a los trabajadores urbanos, los trabajadores rurales (campesinos), los soldados, los marineros y los sectores de izquierda de la pequeña burguesía en una sola clase. 

La mayoría de los llamados partidos «comunistas» de hoy se han vendido a los capitalistas, y sus líderes se han convertido en revisionistas y reformistas. Actualmente, el único partido comunista revolucionario en el mundo es el Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI). También corre el riesgo de convertirse en revisionista a menos que los revolucionaraios comunistas emprendan luchas comunistas a largo plazo contra las prácticas e ideas capitalistas dentro del movimiento comunista.

La revolución comunista debe ser obra de millones o miles de millones de líderes comunistas, no de un solo líder. Por esta razón, los líderes revolucionarios comunistas deben anteponer los intereses de la clase trabajadora internacional a todo lo demás. 

Como ha demostrado la historia, los capitalistas no dudarán en atacar a los trabajadores comunistas con todo el poder armado que puedan reunir. Necesitaremos un Ejército Rojo comunista de masas basado en el principio de movilizar a las masas para el comunismo. La estrategia y las tácticas militares se derivarán de este principio rector. Esta fuerza armada no estará separada de la clase trabajadora, ni física ni ideológicamente. Solo un partido comunista de masas disciplinado puede organizar tal fuerza armada. 

¡Trabajadores del mundo, uníos al comunismo!